Ventajas del uso de lupas binoculares TTL

Ventajas del uso de lupas binoculares TTL

Más del 80% de los odontólogos sufren dolores de cuello y espalda. Las lupas de aumento ponen fin a esa dolencia. Es el poder de la magnificación.

Vista cansada, problemas de columna, falta de concentración, dolores musculares… Os presentamos 6 ventajas de las lupas binoculares TTL que acaban con estos y otros problemas:

Evitan tener el cuello en constante tensión.

Las lupas van acopladas directamente al cristal de las gafas (TTL «Through the lens») con un ángulo de inclinación adecuado para no forzar una posición incorrecta del cuello. Trabajaremos con una inclinación máxima del cuello de 25º-30º.

Acaban con el dolor de espalda.

Al ser completamente personalizables, a la hora de fabricarlas se tiene en cuenta nuestra distancia de trabajo, la distancia entre pupilas y si tenemos algún tipo de prescripción ocular. Esto nos permite apoyar la espalda en el respaldo de la silla, relajar los hombros y apoyar los pies completamente en el suelo.

Adiós a la vista cansada y las jaquecas.

Al estar fabricadas con un tratamiento antirreflejante, las lupas para odontología evitan los brillos molestos lo que implica una visión más nítida y un mejor reconocimiento de colores. Inherente a este tipo de tratamiento antirreflejante es que son capaces de repeler casi todo (polvo, agua, grasa…) siendo la limpieza de la lente mucho más rápida y sencilla.

Desaparece el daño muscular al final de la jornada.

Gracias a que son una de las lupas más ligeras del mercado, los músculos y articulaciones que sujetan el cuello y la cabeza soportan un peso casi imperceptible.

Un trabajo más preciso.

Al estar las lentes situadas próximas al ojo tenemos un gran campo de visión lo que redunda en unos acabados más minuciosos y de calidad en nuestros tratamientos.

Posibilidad de acoplar una luz.

Al llegar más luminosidad al área de trabajo se maximizan los beneficios de la magnificación seleccionada. Las luces Orchid-F o Butterfly, por ejemplo, funcionan a una temperatura de color natural (en torno a los 5.750ºK) con lo que no hay variaciones de color ni de intensidad, importantísimo en los trabajos de estética.