Defectos refractivos: cómo influyen en odontología
Los defectos refractivos son alteraciones oculares que dificultan el enfoque de las imágenes captadas en la retina. Los defectos ópticos más habituales son la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia. Saber identificar sus principales síntomas supone el primer paso para corregirlos y que no afecten a tu vida diaria y profesional. En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre los defectos visuales.
En publicaciones anteriores os hablábamos de las partes del ojo y de que su funcionamiento es similar al de una cámara de fotos. Mediante un sistema de lentes, la córnea y el cristalino, enfoca la luz procedente de los objetos en la retina. Cuando las condiciones son óptimas, hablamos de emetropía, el estado ideal en el que el ojo no necesita gafas ya que logra ver de manera nítida los objetos cercanos y lejanos.
Para que se produzca una correcta estimulación visual, es necesario que el ojo reciba una imagen que cumpla las tres características siguientes:
- Nitidez: todos los medios oculares deben ser transparentes.
- Estabilidad: ausencia de movimientos oculares anómalos.
- Enfoque: ausencia de defectos refractivos e integridad de la acomodación (es la capacidad de mantener la imagen enfocada sea cual sea la distancia a la que se encuentre el objeto).
Pero como adelantamos, no siempre la visión es la deseada. Y aquí es cuando hablamos de defectos refractivos o ametropías, variaciones en la longitud del ojo o en la forma de la córnea. Los defectos ópticos más habituales son la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia.
Tipos de defectos refractivos
Miopía
La miopía se produce cuando el ojo es más largo de lo normal o la córnea demasiado curva ya que los rayos de luz se enfocan antes de llegar a la retina y se crea una imagen borrosa.
Con este defecto, las imágenes de los objetos lejanos quedan enfocadas en un plano por delante de la retina y, por eso, se ven borrosos. Se produce una disminución de la agudeza visual lejana, con buena visión próxima. Como vemos en la imagen, se corrige con lentes divergentes.
La miopía es el problema refractivo más común. Según datos aportados por la Academia Americana de Oftalmología, el número de miopes llegará al 50% de la población en 2050.
Las personas con miopía suelen realizar guiño de párpados para mejorar la agudeza visual, lo cual puede ocasionar cefalea. Su corrección se realiza mediante gafas o lentes de contacto, solo para lejos o para todo uso dependiendo del número de dioptrías.
Los síntomas de la miopía son:
- Dificultad para ver objetos lejanos
- Dolor de cabeza y ojos
- Enrojecimiento y fatiga ocular
Para prevenir la miopía es necesario mantener una correcta higiene visual y evitar un esfuerzo prolongado en visión próxima (iluminación adecuada, descansos frecuentes, distancia de trabajo óptima, etc.). En una publicación anterior, os dimos algunos consejos sobre ergonomía visual.
Hipermetropía
La hipermetropía es el defecto opuesto a la miopía. En este caso, los rayos de luz convergen detrás de la retina debido a que el ojo es más corto de lo normal o la córnea es demasiado plana. Se produce así una imagen borrosa de cerca.
El mecanismo para compensar este defecto es la acomodación: se produce un aumento del poder refractivo del cristalino gracias a la contracción del músculo ciliar para tratar de enfocar la imagen. Por este motivo, es frecuente que no se aprecie hasta que se empiece a tener vista cansada o presbicia.
Para los casos en los que hay hipermetropía, se recomienda el uso constante de las gafas o lentes de contacto para que se pierda el hábito de realizar un excesivo esfuerzo acomodativo. Se realiza mediante lentes convergentes, según observamos en la figura.
Los síntomas de la hipermetropía son:
• Visión borrosa a una distancia corta
• Dolor de cabeza
• Cansancio
• Ardor y picor de ojos
Astigmatismo
El astigmatismo se produce cuando la córnea está más curvada en un eje que en otro, provocando una visión borrosa a cualquier distancia. Esta irregularidad en la forma esférica de la córnea puede presentarse sola o asociada a la miopía o la hipermetropía. La corrección se realiza con lentes cilíndricas, con diferentes dioptrías según el eje.
El astigmatismo es muy común, alrededor de un 20% de la población lo padece en mayor o menor medida.
Los síntomas del astigmatismo son:
- Visión deformada, alargada y borrosa de las imágenes
- Dolor de cabeza
- Fatiga visual
Presbicia
La presbicia es lo que conocemos comúnmente como vista cansada. Es un proceso de envejecimiento del ojo que influye en nuestra capacidad de enfocar los objetos cercanos. A partir de cierta edad, el cristalino se vuelve más rígido y los músculos y ligamentos que lo rodean pierden elasticidad.
Todo ello hace que disminuya su capacidad de enfoque y acomodación, provocando dificultad en la lectura y en las tareas más exigentes en visión próxima.
La media de edad de aparición de la presbicia ronda los 40-45 años, aunque puede variar según la persona. Estudios recientes advierten de que el uso prolongado de pantallas adelanta esta dolencia. Al igual que en el caso de la hipermetropía, su compensación se realiza con lentes convergentes.
Los síntomas de la presbicia son:
- Dificultad para leer letras pequeñas
- Pesadez en los ojos
- Incomodidad después de cortos períodos de lectura
- Dificultad para leer en ambiente poco iluminados
- Cefaleas frontales
Defectos refractivos visuales y odontología
Ahora que ya conocemos los defectos refractivos y cuáles son sus síntomas, vamos a ver cómo influyen a los odontólogos y especialistas.
El profesional de la odontología, por su trabajo, debe ser consciente de que la visión juega un papel vital. Por tanto, debe conocer la importancia de prevenir, vigilar, cuidar y proteger sus ojos.
En su día a día, es frecuente que las alteraciones visuales más leves puedan pasar desapercibidas: una pequeña miopía, un leve astigmatismo, discretas dificultades para apreciar bien diferencias de matiz en los colores, cansancio ocular al término de la jornada laboral, etc.
Por este motivo, se recomienda a todos los profesionales que acudan periódicamente a revisiones, además de tener en cuenta la importancia de tener una correcta higiene visual durante la práctica odontológica.
En la prevención también es crucial el uso de equipamiento específico como lupas binoculares o microscopio dental. Estas herramientas aumentan la capacidad para ver en detalle a la vez que evitan que nuestros ojos hagan esfuerzos prolongados que deriven en los defectos refractivos comentados más arriba.
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