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Portada del artículo del blog de Víttrea que habla sobre 15 mitos sobre la visión.

15 famosos mitos (o bulos) sobre la visión

El ojo es la ventana del cerebro al mundo, un instrumento óptico que traduce fotones en señales eléctricas que los seres humanos los reconocemos como luz y color. Entorno a la vista, existen dichos populares y afirmaciones sobre la visión que desmitificamos a continuación.

En un mundo cada vez más visual en el que captamos la mayoría de información a través del sentido de la vista, el ojo es el órgano principal con una capacidad de adaptación impresionante.

En publicaciones anteriores, ya hablamos de las partes del ojo, os dimos algunos consejos para cuidar los ojos y prestamos atención a la importancia de la ergonomía visual. Hoy vamos a conocer cuáles son los mitos que giran entorno a la visión.

A lo largo de nuestra vida hemos escuchado dichos populares sobre los ojos y sobre la vista que no son del todo ciertos. Ver la televisión demasiado cerca es perjudicial para la vista o comer zanahorias mejora la vista son algunos ejemplos.

A continuación, os dejamos 15 mitos que no son del todo ciertos:

 

Mito 1: ver la televisión demasiado cerca es malo para los ojos

Todos hemos escuchado alguna vez eso de que ver la televisión demasiado cerca hace daño a la vista pero, ¿es realmente cierto?

La Academia Americana de Oftalmología (AAO), en un artículo sobre cinco mitos sobre la visión afirma que, en realidad, los niños pueden enfocar de cerca mejor que los adultos sin desarrollar cansancio ocular. Por eso, es frecuente verlos cerca de la pantalla de la televisión o sosteniendo un libro muy cerca de los ojos.

No obstante, conviene observar si un niño o una persona se pone demasiado cerca de la televisión ya que también puede ser un síntoma de miopía. En caso de duda, siempre es mejor consultarlo con un especialista.

 

Mito 2: ponerse bizco es correr el riego de quedar así para siempre

Este dicho tan popular en nuestra infancia no es cierto ya que una persona, por el mero hecho de torcer sus ojos, no se quedará estrábica para siempre.

Otra cosa es que observemos a un niño desviar un ojo frecuentemente, de manera involuntaria. En ese caso, se aconseja visitar a un oftalmólogo para valorar si estamos frente a la existencia de estrabismo.

 

Mito 3: los padres que tienen problemas en la vista se lo transmitirán a sus hijos

Aunque no es una norma escrita, es frecuente que los niños hereden la misma afección ocular que sus padres. Por eso, es recomendable poner al pediatra en conocimiento de los antecedentes familiares para detectar el problema lo antes posible.

 

Mito 4: los bebés y los adultos tienen el mismo tamaño de ojos

Esta afirmación es totalmente falsa. El ojo de un bebé recién nacido no tiene el tamaño de un ojo adulto sino que crece y se desarrolla junto con el niño.

 

Mito 5: el daltonismo solo afecta a los niños

Según la Real Academia Española, el daltonismo es un defecto de la vista que consiste en no percibir determinados colores o confundir algunos de los que se perciben.

Aunque no es del todo cierta esa afirmación, se puede constatar que el 8% de los niños sufren daltonismo frente al 1% de las niñas. Por lo tanto, el daltonismo afecta más a los niños que a las niñas.

 

Mito 6: comer zanahorias es bueno para la vista

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Este dicho es cierto. Las zanahorias son ricas en vitamina A, realmente buena para la vista, aunque existen otros alimentos que la contienen en mayores proporciones. Por ejemplo, los espárragos, los albaricoques, las nectarinas o la leche son ricos en vitamina A.

En cualquier caso, siempre es recomendable mantener una dieta equilibrada que proporcione los nutrientes necesarios para nuestra vista. Si quieres saber un poco más sobre alimentación, visita nuestra publicación de alimentos saludables para cuidar la vista.

 

Mito 7: el uso del ordenador es perjudicial para los ojos

Ocurre lo mismo que con el mito de ver la televisión demasiado cerca, el uso del ordenador no es perjudicial para los ojos. La sensación de fatiga o cansancio ocular se produce cuando hay periodos largos de exposición frente a una pantalla ya que los ojos parpadean menos de lo normal.

 

Mito 8: el uso de gafas hace que seas dependiente de ellas

Totalmente falso. Existe la creencia de que si se empiezan a usar gafas cuando los síntomas son mínimos, se crea una especie de dependencia y aumentan las dioptrías, pero los especialistas explican que no usarlas cuando es necesario, puede aumentar el problema visual.

Tener miopía, hipermetropía o astigmatismo depende de factores genéticos y, por tanto, el uso continuado de gafas no genera dependencia. Es más, llevar gafas correctamente graduadas es beneficioso para la vista.

 

Mito 9: no deben usarse las gafas durante todo el día para que los ojos descansen

Ocurre lo mismo que en el mito anterior. Siempre que sean necesarias lentes correctoras, tanto si es para ver bien de lejos, como para leer o realizar otro tipo de actividades en las que sea necesario fijar la vista de cerca, hay que ponerse las gafas adecuadas para no forzar la vista.

 

Mito 10: no es necesario acudir a un oftalmólogo si veo bien

Al igual que se aconseja acudir al dentista una vez al año, la visita al oftalmólogo también se debería incluir en nuestra agenda de visitas anuales.

El oftalmólogo detecta problemas oculares que no siempre somos capaces de percibir a tiempo.

 

Mito 11: hacer gimnasia ocular mejora la vista

Existen terapias visuales con ejercicios para disfunciones acomodativas. Sin embargo, estos ejercicios y sus beneficios para mejorar ametropías (miopía, hipermetropía, astigmatismo) no han sido demostrados.

 

Mito 12: las lentes progresivas causan molestias

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Las lentes progresivas están indicadas para personas con presbicia y, cuando se usan por primera vez, es necesario un periodo de adaptación. Una vez que nos adaptamos a ellas, no deben causar ningún tipo de molestia.

 

Mito 13: si la graduación es la misma, todas las lentes son iguales

Falso. Cada ojo es único y tiene medidas especiales. Aunque dos personas tengan la misma graduación no tiene por que servirles la misma lente. Cada paciente tiene unas características propias y es recomendable que las gafas se diseñen a la medida del usuario.

 

Mito 14: las lentes graduadas transparentes no protegen del sol

En la actualidad se pueden adquirir gafas graduadas transparentes que pueden proteger de los rayos ultravioleta (UV) porque contienen factor de protección solar. En estos casos, los ojos están 25 veces más protegidos frente al sol.

 

Mito 15: solo es necesario proteger los ojos de los rayos ultravioleta

Existen otros tipos de luz que también dañan nuestros ojos. Por ejemplo, la luz azul-violeta que desprenden las pantallas de los ordenadores, las tablets o los smartphones es perjudicial para la retina y, una exposición excesiva, sin una protección adecuada, puede tener graves consecuencias para la salud visual a largo plazo.

Para prevenirlo, ya existen en el mercado unas lentes capaces de bloquear el 20% de la luz azul-violeta dañina.